Porque un niño que puede sentarse a su altura, en su mesa, en su sillón, es un niño que desarrolla naturalmente su autonomía. Nuestras asientos y escritorios no relegan al niño a su habitación: se integran al salón, al comedor, a dondequiera que se desarrolle la vida familiar.
Desde el puf sensorial hasta el escritorio evolutivo, cada mueble se convierte en una herramienta de desarrollo. El sillón que acoge al niño para observar, el escritorio que crece con él y sigue sus aprendizajes, el cojín de suelo que crea zonas de actividad cómodas. Espacios pensados para que el niño encuentre su lugar, naturalmente.
Fabricación europea, materiales certificados. Las telas cumplen con las certificaciones Oeko-Tex, las espumas están libres de sustancias nocivas, las maderas están tratadas con pinturas al agua. El diseño permanece sobrio e intemporal para armonizar con su interior, sin comprometer la función educativa.
Crear espacios donde su niño encuentre su lugar es ofrecerle las condiciones para su desarrollo. Asientos y escritorios que respetan su ritmo, sus necesidades, su tamaño.
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